Los dientes endodonciados se pueden oscurecer ligeramente con el paso del tiempo tras el tratamiento. El cambio de color puede deberse a la presencia de sangre, tejido necrótico (no vital) o incluso a los materiales empleados en la propia endodoncia. En estos casos, tras comprobar que el tratamiento está en buenas condiciones, se podrá optar por un blanqueamiento interno. Para ello, se accede al interior del diente por el acceso que se utilizó para la endodoncia, y se coloca un gel blanqueador que se irá cambiando semanalmente hasta conseguir el aclaramiento deseado.