Dentro de la articulación de la mandíbula existe un disco de cartílago, cuya función es evitar el roce entre los huesos que conforman ésta (cráneo y mandíbula). Debido a una mecánica mandibular anormal, el disco se puede desplazar de su posición, y es por ello que se pueden producir ruidos durante los movimientos mandibulares.

Si no se presenta ningún tipo de dolor, la mayoría de estos ruidos sólo necesitan control por parte del dentista. Pero si los ruidos son fuertes, impiden los movimientos mandibulares habituales o van acompañados de dolor, es recomendable acudir al especialista rápidamente para eliminar el dolor y recuperar la función.