ODONTOLOGÍA CONSERVADORA CLÍNICA RIERA
Odontología conservadora
Clínica Riera.
Odontología conservadora
Clínica Riera.
La odontología conservadora es aquel ámbito de nuestra profesión destinado a mantener, cuidar y conservar las piezas dentales presentes en la boca.
En Clínica Riera Centro Odontológico priorizamos la prevención para así evitar la aparición de patologías bucodentales. Para ello es importante realizar revisiones periódicas a nuestros pacientes con el objetivo de lograr el mantenimiento y estado óptimo de su salud oral. El mejor tratamiento siempre será aquél que no hace falta realizar. Nuestro equipo dedica un tiempo a cada paciente, dándole unas buenas instrucciones de higiene oral y enseñando correctas técnicas de cepillado. También recomendamos visitas periódicas para realizar controles y para detectar tempranamente cualquier posible alteración.
La odontología conservadora es aquel ámbito de nuestra profesión destinado a mantener, cuidar y conservar las piezas dentales presentes en la boca.
En Clínica Riera Centro Odontológico priorizamos la prevención para así evitar la aparición de patologías bucodentales. Para ello es importante realizar revisiones periódicas a nuestros pacientes con el objetivo de lograr el mantenimiento y estado óptimo de su salud oral. El mejor tratamiento siempre será aquél que no hace falta realizar. Nuestro equipo dedica un tiempo a cada paciente, dándole unas buenas instrucciones de higiene oral y enseñando correctas técnicas de cepillado. También recomendamos visitas periódicas para realizar controles y para detectar tempranamente cualquier posible alteración.
La finalidad de la odontología conservadora
La finalidad de la odontología conservadora
El objetivo de la odontología conservadora es la reparación de las piezas dentales dañadas por caries u otras lesiones, limpiando y tratando el tejido dañado mediante una obturación. Si la caries afecta al nervio o éste presenta un estado patológico por alguna otra causa, podrá necesitar un tratamiento de conductos o endodoncia. Mediante esta especialidad odontológica se realizan aquellos tratamientos necesarios para conservar las piezas dentales en boca, y así evitar la necesidad de tratamientos más complejos y costosos para la restitución de las mismas.
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Tratamientos principales dentro de la odontología conservadora
- Obturación: La caries es un proceso patológico infeccioso localizado, provocado por la acción de los ácidos de la placa bacteriana que no ha sido removida con éxito. Saber más..
- Incrustación: Cuando la destrucción dentaria en las piezas posteriores (premolares y molares) es extensa, se recomienda restaurar el diente mediante una incrustación dental. Saber más..
- Endodoncia: La endodoncia es el tratamiento que consiste en eliminar el nervio dental del diente afectado, para poder conservar la pieza y devolverle su salud, función y estética (coloquialmente conocido como “matar el nervio”).
Saber más..
Preguntas frecuentes sobre la Odontología conservadora
Preguntas frecuentes sobre la Odontología conservadora
Las caries en su fase más inicial suelen ser asintomáticas, es decir, no producen ninguna señal que alerte al paciente de su presencia. Éstas suelen detectarse en revisiones dentales periódicas, lo que nos permite tratarlas de forma temprana sin complicación alguna.
Cuando éstas van progresando, pueden provocar sensibilidad al frío y/o al comer alimentos dulces. En las situaciones donde la caries ya está más avanzada, el paciente puede notar una serie de síntomas que nos deben alarmar, como son la sensibilidad tanto al frío como al calor, molestia al comer alimentos dulces o ácidos, dolor a la masticación, mal aliento, cambio de color en la superficie visible del diente, o la presencia de huecos en alguna parte del diente.
Los síntomas que aparecen cuando el nervio está inflamado o infectado pueden ser muy variados. Éstos suelen ser similares a los que aparecen cuando hay una caries avanzada, aunque acostumbran a ser más agudos. Entre ellos encontramos la presencia de sensibilidad a los cambios de temperatura (alimentos y bebidas frías y/o calientes), dolor espontáneo de aparición repentina, dolor al morder, y cambios de color en el diente.
Otra de las señales que nos indican la necesidad de una endodoncia es la presencia de un flemón o abceso, que suele aparecer en forma de bulto en la encía que, en ocasiones, puede suponer la supuración de pus.
Sin embargo, cada persona puede experimentar los síntomas de forma diferente, o incluso no presentar síntomas. En este punto el riesgo es grande, puesto que, si la infección no se trata a tiempo, puede provocar una progresiva pérdida de hueso y en consecuencia la pérdida del diente o incluso problemas de mayor gravedad en la salud del paciente. Por ello es importante realizarse revisiones odontológicas periódicas que descarten cualquier problema bucodental.
El tratamiento es indoloro, ya que para su realización se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración. Tras realizar la endodoncia y pasado el efecto de la anestesia, el paciente puede notar alguna molestia al morder los primeros días. En estos casos el endodoncista prescribirá medicación para controlar estas molestias.
A veces, una endodoncia antigua puede fracasar porque en el momento en el que se realizó el tratamiento, no se consiguió la eliminación completa de los microorganismos patógenos o porque éstos han vuelto a introducirse en los conductos radiculares. Si esto ha ocurrido, el paciente puede notar dolor agudo y persistente, inflamación de la zona o sensibilidad dental al masticar en la pieza que está sin nervio.
Muchos de estos casos se pueden solucionar mediante una reendodoncia, que consiste en volver a limpiar los conductos radiculares del diente y sellarlos de nuevo con el material de elección. Las reendodoncias son tratamientos que necesitan mucha meticulosidad por parte del especialista, por ello es aconsejable que los realice un endodoncista, que es un dentista con alta experiencia en este campo.
Los dientes endodonciados se pueden oscurecer ligeramente con el paso del tiempo tras el tratamiento. El cambio de color puede deberse a la presencia de sangre, tejido necrótico (no vital) o incluso a los materiales empleados en la propia endodoncia. En estos casos, tras comprobar que el tratamiento está en buenas condiciones, se podrá optar por un blanqueamiento interno. Para ello, se accede al interior del diente por el acceso que se utilizó para la endodoncia, y se coloca un gel blanqueador que se irá cambiando semanalmente hasta conseguir el aclaramiento deseado.
Todo depende del grado de destrucción que haya sufrido la pieza dental y si queda suficiente tejido sano remanente como para soportar las fuerzas de masticación. Según esto, la restauración del diente puede realizarse mediante una reconstrucción de composite, una incrustación o una corona dental.